Hacía ya muchos años
que no corríamos en Peguerinos, desde el MK2007 concretamente y la verdad es
que apetecía mucho volver a entrar en contacto con esos bosques tan alejados de
la civilización y tan perfectos para nuestro deporte. Además en esa zona
pasamos 15 días de campamento de verano, allá por el 2004, por lo que se trata
de un lugar con muchos recuerdos para nosotros.
Cuatro carreras en
dos días, lo cual exige mucho a los participantes, pero principalmente a la
organización que se pegó una gran paliza para que todos disfrutáramos de varias
horas de orientación en estado puro. Nuestro agradecimiento por su labor y
esfuerzo, que sabemos que no es nada fácil y sólo se consigue con mucho trabajo
y grandes dosis de ilusión.
El sábado por la mañana
era momento de distancia larga. Eligieron para ello el mapa Este de Peguerinos,
donde ya corrimos el MK2004. Una de las zonas más rápidas al tener poco
desnivel pero muchas posibilidades para sacar una buena carrera larga. En Élite
participó Alberto que terminó la carrera con un buen tiempo a pesar de llevar
varias semanas sin entrenar por motivos de estudios. Después de verano
volveremos a tenerle a tope, con mucho más rodaje tras su lesión y encima ya
como ingeniero!! En H-21A corrió Saúl para poner la guinda a esta media
temporada donde ha vuelto a demostrar su gran calidad. La carrera no le salió
muy bien ya que era bastante física y él es más de pensar que de correr, pero
todo suma para ver si remata la temporada con el ascenso a 21A en nacional dentro
de unos meses.
Y mientras Alberto y
Saúl competían, Julito y yo invertimos la mañana en acompañar y enseñar a futuras
orientadoras. Por un lado Julio explicó a Lidia de qué iba todo este mundillo y parece
que no se le dio mal. En mi caso, tocaba día de examen para Laura, ya que ella
ya ha hecho muchas carreras aunque siempre de paseo, pero últimamente está
empezando a correr y parece que no se le da nada mal. La nota del examen fue
tan buena como inesperada: victoria en Open Naranja (y prometo que lo hizo todo
sola). Para que luego digan que la orientación y las novias son incompatibles…
La tarde del sábado tocaba
microsprint. Yo no me apunté porque mi rodilla aún no está para muchos trotes,
pero el resto de Andandos no se lo perdieron. Fue entretenido ver cómo llegaba
la gente sin tener ni idea de qué balizas había picado, ni qué baliza faltaba.
Al terminar nos fuimos a dar un chapuzón al embalse de Peguerinos. Aunque nos
costó encontrar el sitio apto para bañarse, pero el bañito mereció la pena.
Nocturna al
anochecer. Aunque salimos con algo de claridad enseguida se hizo de noche y
tocó estrenar los nuevos frontales que todos habíamos adquirido para la
ocasión. Saúl hizo muy buena carrera en la Larga hasta la penúltima baliza
(donde iba ganando a Alberto por 5 minutos), pero decidió que le había gustado
en monte y se entretuvo 20 minutos en buscar una baliza. Los demás participamos
en el recorrido medio, donde pude comprobar que la rodilla va por buen camino
aunque aún quedan varios meses para poder volver a competir a tope.
La última carrera
era la Media, el domingo por la mañana, que servía como Campeonato de Madrid.
El mapa era una pasada, muy técnico y entretenido.
Nuestros competidores no acabaron con buenas sensaciones, Alberto acumuló
bastantes fallos que le alejaron de los tiempos de cabeza y Saúl tuvo que
retirarse ante la impotencia de fallar en todas las balizas. Está claro que las
piedras no son buenas amigas de los portillanos (ni de los castellano-leoneses
en general). La solución: ¡más entrenamientos técnicos!.
Y todo ello alojados en modo acampada en el
Camping Valle En medio, en pleno centro de competición. Una forma muy
entretenida de pasar un finde orientador. Seguro que repetimos, ahora a esperar
que el verano se porte bien con nosotros, aunque entre vacaciones, fiestas y
demás tentaciones la cabra siempre acaba tirando al monte (y no precisamente
para entrenar).