Al fin llegó febrero y algunos pusimos fin a una etapa un tanto odiosa, algo histérica, bastante estresante y todo ello a la par que sedentaria: el llamado ‘período de exámenes’.
Un ciclo en el que la rutina normal suele ser ir de la cama a estudiar, de estudiar a comer, de comer a estudiar y de estudiar a la cama. Aun no soy lo suficientemente capaz de meter en esa rutina un poco de entrenamiento, mira que lo intento cada año pero no hay manera.
Mientras estaba sumergido en apuntes estaba deseoso de volver a darme esas palizas físicas de entrenamientos, en los que llegas a casa reventado y orgulloso del pedazo entrenamiento que has hecho. Por fin libertad y hora de darle rienda suelta al esqueleto, que en mi caso llevaba parado prácticamente 2 meses y medio.
La semana pasada aprovechando el fin de exámenes, me fui a hacer snowboard (el esquí me daba miedo no sea que se me fuera una rodilla para cada lado y tuviera luego un disgusto), yo pensaba que eso iba a ser una semanita de vacaciones más que otra cosa, pero ¡una leche!, he vuelto con agujetas hasta en la cara, conozco todos y cada uno de los músculos del cuerpo, eso ha sido puro derroche físico, así que por lo menos me ha servido para tonificar los músculos y para traer algún dolor que otro sobre todo en las nalgas (de la cantidad de culadas que me pegado) que yo pensaba que la nieve iba a ser blandita y no iba a doler y resulta ser tan dura como el cemento.
Y esta semana por fin he empezado a entrenar, ayer fue mi primer día y noté molestias por todos los lados, muy mínimas todas ella y no preocupantes, pero me hicieron reflexionar y poner un poco de calma en estos primeros entrenamientos, ahora es tiempo de empezar a rodar, a sudar, a desoxidar, a quemar esos kilillos de más de navidad, e ir experimentando de nuevo las paliza físicas, pero sin forzar no nos vayamos a romper.
Aun quedan 3 semanas para la primera competición oficial de esta temporada, tiempo más que suficiente para llegar con un mínimo estado de forma para ponérselo dificil a nuestros rivales, y así será.
Andand-oS ha llegado la hora, la guerra está a punto de comenzar y necesitamos el esfuerzo de todos, como bien dijo Mario en la entrada anterior: ¡Que la fuerza nos acompañe!
Qué bueno conejín, cómo mola eso del snowboard, yo no podré hacerlo nunca porque mis rodillas sí que pueden echarse unas risas, pero tú aprovecha que puedes!!!
ResponderEliminarNo te me destroces en los entrenos, que la temporada es muy larga y ya están sonando los tambores que prometen duelos del altura en todas las competiciones. Julito también está entenando duro así que creo que lo vamos a pasar bien este año.
menos mal que has aclarado a qué se debía el dolor en tus nalgas... ;-)
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