¡Quién me lo iba a decir!

Llegó el Costa Cálida, y una pequeñísima expedición fuimos a tierras murcianas para disfrutarlo. El viaje ha sido prácticamente familiar, un único coche, el Profe, la Jefa, Julito, Mario y yo. ¿El alojamiento? Un pisazo en la gran vía de Caravaca de la cruz con terraza, suelo de mármol y con los interruptores demasiado altos para encontrarlos... (verdad Julio?).

El sábado distancia larga, parece que físicamente no va a ser tan exigente como en Utiel, pero en este plano lo que se gana en físico se pierde en técnica, es increible la exigencia técnica que se requiere, no es la típica carrera que tienes puntos fáciles que te dan un respiro mental, con lo cual ya antes de empezar nos mentalizamos de que iba a ganar el que menos fallara... y asi fue. Julito, nuestro experto en técnica cometió fallos demasiado absurdos para este plano (no leia los pasos de las vallas junto a un camino obligándole a dar rodeos innecesarios, ¡por dios! equivócate de vaguada pero eso nooo), aun asi demasiado hizo para las expectativas que tenía, su vida ajena a la orientación le tiene ahogado eximiendole de entrenamientos, todavia anda renqueante de los tobillos y parece Robocop cuando va por el monte con ellos vendados... en fin, paciencia, momentos gloriosos te están por llegar!
Mario, despues del etapón de Utiel, salió a comerse el bosque, y el bosque le comió a él, la verdad que nadie sale queriendo cometer fallos, pero te encuentras con ellos y son auténticos jarros de agua fria, un fallo de 7minutos en la baliza uno y otro de 6minutos en la baliza cuatro, le hundieron la moral y le condenaron el resto de la carrera, ya no había motivación ni espíritu de competitividad pues ya lo había perdido todo al principio de la carrera, muchos habrían abandonado, pero los huevos de Mario no entienden de esas cosas.
Yo por suerte no cometí los grandes fallos desmoralizantes, pero sí malas elecciones de rutas y malas definiciones que junto con el desgaste físico hacen que la moral y las sensaciones durante la carrera disminuyeran creyendo que lo estaba perdiendo todo, aunque finalmente no estaba tan lejos de los tiempos de cabeza.
Esa tarde tocaba relax, ducha, comida, siestón, vagueo por casa y paseillo por Caravaca que culminamos en un bar tomando unos 'vermouths', todo con tal de hacer borrón y cuenta nueva para el dia siguiente...

El domingo distancia media, mismo plano, osea que las posibilidades de hacer fallos en una carrera rápida crecen considerablemente. Encima era salida a la caza, ¡puro nervio! y más sabiendo que sale un tio 20segundos detrás de mi. Mis primeras 5 balizas me salieron a pedir de boca, pillo a Bolo y mantenemos un tira y afloja hasta poco antes de la del espectador, que me vuelvo a encontrar solo, en la del espectador penalizo 1minuto, voy pasadísimo de vueltas, a lo pollo sin cabeza, ansia por acabar la carrera, nose como no cometí más fallos... finalmente llego a meta con buenas sensaciones y con la incertidumbre de cuanto me habrá metido el primero, pero inexplicablemente esta vez MI TIEMPO ERA LA REFERENCIA!! yuhuuu!!! Quién me lo iba a decir... Creo que no he hecho mejor viaje de vuelta a casa!



Mientras esperábamos en la meta a Julito, y viendo como éste se aproximaba para acabar su carrera llegamos a la siguiente conclusión: Julito tiene formas (de correr) de Thierry Gueorgiou... ¿tendremos ante nosotros al próximo campeón? Dios sabe que cuando se le curen los tobillos...