Ayer tuve una conversación con un compañero del trabajo que me hizo reflexionar. Él no entendía cómo después de madrugar todos los días a las 7 de la mañana, 10 horas de trabajo (como mínimo) y 2 horas y media entre metro y cercanías (ida y vuelta), todavía me quedaban fuerzas y ganas de salir a correr por la noche. Y no un día, sino casi todos.
Es cierto que la mayoría de la gente es consciente de que tiene que hacer algo de ejercicio, pero siempre les da pereza. El sofá, la TV, el ordenador o simplemente que está lloviendo o hace frío. Lógicamente hay veces que otras obligaciones no te dejan tiempo para el deporte, como limpiar la casa, dedicar tiempo a la familia o amigos o que sales de trabajar más tarde de lo normal. Pero si no hay ninguno de esos condicionantes, la pereza es la enemiga del ser humano que suele vencer.
En mi caso creo que conseguí vencerla hace tiempo. El hecho de haber estado los cinco años de carrera estudiando a saco y tener parones de entrenamiento hasta de dos meses por los exámenes. O el no poder entrenar por culpa de las lesiones de rodilla. Esos momentos en los que quieres pero no puedes, hacen que el hecho de tener tiempo para hacer deporte, o acabar de correr y que no te duela nada sea, simplemente, un regalo. También es cierto que los orientadores estamos hechos de una pasta especial.
Y por supuesto, ayer tras esa conversación con mi amigo, llegando a casa las 20.30 como todos los días, cambié el traje y la corbata por las mallas y el Forerunner y salí a correr. Fueron 17 kilómetros de entrenamiento con 400 metros de desnivel en 1 hora y 23 minutos por el parque del Retiro. Despacito pero disfrutando, sin pasar de 170 pulsaciones. Porque tarde o temprano, por unos u otros motivos, volverá una época en la que quiera correr y no pueda. Hasta entonces, sin límites.
Qué razón tienes, yo creo que lo tuyo no es que no tengas pereza, es que tienes unos COJONES grandes como la cabeza de un toro, que por cierto, recadito para los franceses que dicen que tanto nos dopamos, sí, nos dopamos con COJONES, como los que le echas tu después de llegar del curro reventao yendote a correr.
ResponderEliminarPor cierto, animal de bellota, dónde vas metiendote entrenamientos de 17 Kms!?!? Listón muy alto tu eh!!
ResponderEliminarYA te digo, eso es fuerza de voluntad y lo demás son tonterías!!Pronto ese trabajo dará sus frutos!!17kms joer este año lo vas a partir yeahhh!
ResponderEliminarAlgunos como yo la pereza aún le puede más de una vez...!
Cómo se nota quien se llevó la fuerza de voluntad en la familia... yo la última vez que corrí dudo que hiciera más de 5 kilómetros, y ni me acuerdo ya!!
ResponderEliminarJeje, sólo quería comprobar que era capaz de hacer una distancia larga, independientemente del ritmo, y la verdad es que acabé bastante bien. A ver cuándo nos hacemos una media maratón!!
ResponderEliminarLa verdad es que si que se echa de menos poder salir a correr, y lo estoy diciendo yo!!! Que la pereza es mi fiel compañera. Aprovechar vosotros que podéis.
ResponderEliminarPD: con el título de la entrada pensaba que habías puesto un video...
Tu fiel compañera jorge...yo diría que es tu mejor amiga, parte de ti, la john caza para john cazo jaja
ResponderEliminarPereza?? yo nunca he corrido entre semana, tal vez algún día lo haga...
ResponderEliminarPero aun me acuerdo cuando los lunes contaba en el trabajo que me había hecho 2000 kilómetros de carretera para correr por el monte sábado y domingo, y la cara con que me miraban todos...
La pregunta mas común... ¿que te metes? ¿como puedes tener tanta energía hoy después de esa paliza? Durante años la orientación ha sido la forma en que yo he recargado baterias, espero que pronto pueda volver...