Suelodureandooo

Hace un par de fines de samana fue la 5ª Liga Nacional, que esta vez tuvo lugar en Calamocha, la tierra de los jamones y embutidos.
Para allá marchamos una importante expedición de Portis, que para una vez que la liga no es muy muy lejos, hay que aprovechar, a ver si el fin de semana nos dejaba un buen sabor de boca.

Ya nos había hablado tito Luzón de los maravillosos planos de Teruel, y teníamos bastante curiosidad por correr en ellos, y aunque no eran estos a los que se refería, la verdad es que el fin de semana dió para mucho.
Para empezar, fue la primera competición tras el lanzamiento estrella de esta temporada, el magentatrón 3000, y nos picaba la curiosidad por saber si el invento tendría buena aceptación entre su consumidor potencial. Hay que decir que aún no se han visto muchos por los bosques.
En segundo lugar estaba el cachondeo interno sobre desniveles y distancias. Con la friolera de unos 8 km de distancia y 530 m de desnivel para la larga del domingo del Conejo-hermano, por ejemplo, que Salíl también tenía lo suyo, la "intermedia" del sábado parecía poquita cosa. El plano no resultó muy complicado, quizás, aunque más suave que lo que nos esperaba el domingo, la mayor dificultad estaba en el físico, pues a diferencia de competiciones anteriores, las balizas se veían mucho antes de llegar a ellas.
Para mi ese día fue importante, establecí mi primera relación con las Integrator, y he decir que las sensaciones fueron muy buenas, creo que seremos compañeras mucho tiempo. Eso sí, unas buenas zapatillas no solucionan mis problemas de tobillo y el cansancio general que me impide tirar en la primera parte de las carreras, pero eso son otras cuestiones.

Por la tarde, paseillo por Daroca, un pueblo-sprint, o esa fue la opinión general cuando paseabamos por sus calles, "como molaría un sprint aquí", mientras buscabamos como subir a unas piedras con forma de castillo que mis amigos andand-o soñaban con alcanzar (que duro es ser andand-o a veces...).

Y al día siguiente, larga, bueno, debería haber una nuvea denominación a parte de larga, vertical, por que los desniveles que se marcaron fueron de mear y no echar gota.
Allí todo el que llegaba venía con la lengua fuera, habíamos rodado por alguna cuesta o nos habíamos acordado de cuerdas y piolets, en fin, un rompe piernas. Pero bueno, al final los resultados dieron para mucho. Nos fuimos con un Alberto rozando el podium (ya lleva varias, a ver si el maillot amarillo de la temporada nos trae algún recuerdo para casa), una Amparo más feliz que un regaliz con un 2º puesto en D-21b, un Guille recuperado de su larga trayectoria de errores, un resto del club con sensaciones variadas, la menda planteándose ya en serio que las sensaciones físicas no son normales y que hay que mirarse los tobillos, y un lote de productos calamochinos en el maletero (mmm, que ricos)

Además, parte de los andand-o experimentamos algo a lo que no estamos acostumbrados, y que nos ha dejado con ganas de repetir, el suelo duro.

Por cierto, en Soria no hay McDonald's.