Póngame un Copa… de Aventura!

Ya queda menos de un mes para que dé comienzo la Liga Nacional. Muchos Andand-o están inmersos en exámenes, por lo que no es el mejor momento para entrenar. Pero los que ya dejamos atrás esa época (que por cierto no echo de menos para nada), todavía podemos sacar algún ratillo para probar nuevas modalidades de competición y/o entrenamiento.

El sábado pasado Julit-o y yo nos acercamos a Palencia para participar en la Copa Aventura. Los alicientes eran muchos, ya que se trataba de una carrera con desnivel y distancia que nos venía muy bien como entrenamiento físico para orientación. Y además estaba organizado por buena parte de nuestros amigos ORCAs, por lo que el éxito estaba garantizado.

Se ofrecían dos distancias: 11 y 15 km a elegir. Nos quedamos con la de 11 porque tampoco había necesidad de reventarse en exceso, pero la verdad es que al terminar me quedé con ganas de más. La salida era escalonada, cada uno salía cuando quería (en un intervalo de hora y media) y llegaba cuando podía, claro está.

Los primeros dos kilómetros eran prácticamente llanos, saliendo desde la dársena del canal de Palencia. Como hacía bastante frío daba bastante pereza correr y los músculos estaban un poco agarrotados, por eso el primer tramo lo hicimos a poco menos de cinco minutos el kilómetro. Lo interesante venía después, con unos 3 kilómetros hacia arriba, el desnivel no era mucho por lo que animaba a llevar un buen ritmo, aunque los últimos metros eran bastante “empinados” y hubo que relajar un poco.

Pasado el primer control al llegar a la parte alta (una baliza con Sportident, estos ORCAs tirando para casa, jeje) comenzaba la parte más divertida. Un camino por ladera muy estrecho, embarrado (habíamos salido casi los últimos) y aún más resbaladizo si cabe por culpa del frío (unos 3 o 4 grados bajo cero). Si a eso le añadimos divertidos “toboganes” en los que había que ir cuesta abajo andand-o para no matarse, ese tramo nos salió en el Garmin a más de 7 minutos el kilómetro (¡pero si eso casi es andar!).

La parte final del recorrido, ya por una pista ancha se nos pasó volando. Al principio era una bajada bastante inclinada y Julito con sus patazas de 2 metros y medio empezó a tirar como un animal. Yo que soy más chiquitín me quedé un poco atrás, pero cuando llaneó la cosa volvimos a juntarnos. Los últimos 2 kilómetros nuevamente eran llanos y como íbamos con ganas tuvimos tramos a menos de 4 (ya sé que para muchos ese es un ritmo de trote, pero para nosotros es como ir a la velocidad de la luz).

Al final tardamos 59 minutos en completar todo el recorrido, la verdad es que nunca había disfrutado tanto en una carrera que no fuera de orientación. Nos dieron una camiseta chulísima y un buen tanque de espaguetis para reponer fuerzas. Me quedé con ganas de hacer la de 15km, pero Sahagún, Tena y otras bestias que la hicieron llegaron a meta bastante perjudicados así que habrá que seguir entrenando para el año que viene atreverse con ella!