domingo, 29 de septiembre de 2013

Vuelta al cole

Como todos habréis ido sufriendo poco a poco a lo largo de este Septiembre, el regreso a las carreras tras el parón veraniego es algo que en general se nos suele hacer 'cuesta arriba'. Por supuesto, para los Andand-O no es distinto, y más teniendo en cuenta el calendario festivo con el que nos han honrrado este año (Del 30 Agosto al 8 de Septiembre fiestas de Valladolid y del 7 al 14 fiestas de Portillo). Esas dos semanas de cubata en mano destrozan las espectativas de cualquiera para el retorno a la temporada, por mucho que hayas entrenado en Agosto sabiendo lo que venía encima...

Y con esas sensaciones llegamos al 21 de Septiembre, día en el que daría comienzo la décima liga Nacional del año en Arganda del Rey, y en el que daría comienzo mi retorno desde el CEU... 4 mesazos sin pisar monta se notan, y mucho.
La jornada del Sábado comenzó con un espléndido sol que auguraba sufrimiento para los que salieran a horas más tardías, y así fue ambos dias. En lo que al lugar se refiere, una bonita zona, con quizás exceso de caminos y terrenos con piedras bastantes sueltas, lo cuál es siempre un temor añadido para los que tenemos tobillos sensibles, pero bastante interesantes para practicar la orientación. Para no cambiar con las tradiciones de antes del verano, cometí un par de errores importantes que me hicieron ir hacia la zona media de la clasificación... ¡¡Ay si siguiera en H-20A, del último puesto no salía!!. Por su parte, Saúl consolidó lo que va a ser su ascenso a H-21A con un gran tercer puesto, Julit-O demostró que a él el verano tambien le ha hecho daño, y Mario volvió a una liga Nacional despues de prácticamente año y medio de problemas en la rodilla... ¿le veremos pronto partiendo la pana en H-21A? Sólo el tiempo y los traumatólogos lo dirán.

Despues de una comida y siesta contundentes a la par que abundantes para recuperar fuerzas, salimos a dar una vuelta por el centro de Madrid, una zona bastante tranquila por la que da gusto pasear, para hacer hambre hasta el momento que tanto habíamos esperado, comernos la madre de todas las hamburguesas.
Cuando te dejan elegir el peso de una hamburguesa te entran grandes dudas existenciales, como: ¿Me lo tomo con calma o tiro la casa por la ventana?, ¿Irán quitando y poniendo trozos en la hamburguesa hasta que alcance el peso exacto?, o mi favorita: ¿Soportarán mis arterias 500 gramos de carnaza?.
Por desgracia para mi ansia y por suerte para mi cuerpo, decidí conformarme con una de 350 gramos (que ya tiene tela), y puedo decir que si hay un lugar al que quiero volver algún día, es ese jodido restaurante.

El Domingo tocaba afrontar la carrera larga, con un extraño peso en el estómago, como si hubiéramos cenado mucho (no me explico por qué pudo ser). Saúl volvió a demostrar que H-21B se le empieza a quedar pequeña, Julit-O demostró que las largas se le empiezan a dar mejor que las medias, y Mario demostró que si haces una carrera Andand-O y yendo seguro, te puedes quedar a 1 minuto del orientador más torpe que ha pasado por este grupo, ese que mete 23 minutos en una baliza de 5. Y no es Jorge, soy yo.

Como valoración general, no me quedaré con los resultados, si no con la vuelta a los bosques, que quien más o quien menos, tanto desea a lo largo del verano. Suerte para lo que queda y esperemos que el año 2014 sea mejor, porque particularmente en mi caso, a peor no puede ir, jajaja.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Ley de Hooke


Habréis oído muchas veces la expresión de “dar un paso hacia atrás, para después dar dos hacia delante”. Esto podría resumir la situación general de los Andand-o en los últimos meses. Estamos en busca de ese efecto-muelle que nos haga coger impulso para luego volver con más fuerza. 

La vida de las personas y de los deportistas como nosotros (si es que nos podemos hacer llamar así) tiene varios puntos de inflexión. El primero suele ser la adolescencia junto con los primeros años de universidad. Los cuerpos cambian, también las aficiones y muchos buenos orientadores se han quedado por el camino en esa etapa. 




Una vez superado y conseguidos los objetivos llega el siguiente paso. La incorporación al mundo laboral, que unido a la situación actual se convierte en un reto mayúsculo. Ahí se encuentran ahora mismo algunos de nuestros miembros, comenzando una nueva experiencia o buscando cómo orientar el futuro. Sí, orientar, al final la esencia de nuestro deporte se ve reflejada en muchos otros ámbitos. Merece la pena tomarse su tiempo y dar ese pequeño paso atrás en lo deportivo para conseguir una base sobre la que empezar a construir algo grande. Tenemos la suerte de que la orientación motiva mucho a corto plazo, pero es un deporte para toda la vida.

Pero esto es sólo el principio. Más adelante vienen otros puntos de inflexión como puede ser formar una familia o acabar de estabilizar los objetivos de cada uno. Para eso aún nos queda tiempo, pero tarde o temprano todo llega.

Y luego están los baches y reveses que hay que aprender a esquivar o, al menos, tolerar (enfermedades propias o ajenas, lesiones y otros imprevistos). En mi caso, después de 15 meses sin poder entrenar ni competir empiezan a pasar muchas cosas por la cabeza, entre ellas la retirada. Pero como la esperanza es lo último que se pierde y el tiempo pone a cada uno en su sitio, he encontrado ese paso hacia atrás el pasado domingo en la carrera de Liga Norte organizada por nuestros hermanos ORCAs.

Recorrido con rutas (H-AK)
Ya sabía que H-AK no es una categoría de broma. Está muy bien pensada para aquellos a los que H-21 o H-35 se les hace larga, pero coincide en el trazado con D-21, la élite de las chicas y H-45 donde la experiencia y la técnica de los veteranos está a la altura de los mejores. Comencé trotando un poco, pero rápidamente me di cuenta de que eso sólo podía ser peor para mi rodilla, por lo que hice toda la carrera andand-o. Se echa mucho de menos ese espíritu competitivo, ver a los que hasta hace poco eran rivales correr a tope por el bosque da mucha envidia, pero es otra forma de disfrutar de este deporte desde otro punto de vista que también tiene su encanto. Incluso a ese ritmo me permití el lujo de fallar más de 10 minutos entre las tres primeras balizas.

Por eso muchos de nosotros estamos inmersos en ese efecto-muelle, cada uno con sus circunstancias. Y aunque haya obstáculos, lo importante es tener la convicción de que la orientación es parte de nuestras vidas, a pesar de que en ocasiones nos alejemos un poco de ella, y que tarde o temprano volveremos con la ilusión de siempre pero con más fuerza que nunca.