miércoles, 17 de marzo de 2010

El triángulo de las bermudas.

Y vuelve a comenzar la temporada. Se ha abierto la veda, el “orientadoris comunis” sale de su letargo hibernal y vuelve a los bosques, ansioso de encontrar balizas, su presa predilecta.

Esta vez lo hemos hecho en montes murcianos, más concretamente en el municipio de Cehegín. Parte de los portillanos deciden trasladarse hasta allí para participar en el Costa Cálida, gran prueba levantina, que atrae a corredores de todo el mundo, por ser parte del WRE, entre ellos a gran parte del grupo andand-o, junto con sus líderes naturales, profe y jefa, y el afable Charro.

La expedición parte en dos turnos, el profe-móvil, encargado de recoger al andand-o cartaginés, Julito-hijo, y el combarros-móvil que hizo honor a su nombre el sábado. La expedición llego sin problemas al hotel “El zorro”, situado en el fin del mundo, en Barranda, término municipal de Caravaca de la Cruz. Ya está, el finde ha comenzado, ¿que aventuras nos esperan?


El sábado toca la distancia larga, para unos no mucho, para Saúl, con su recién estrenada categoría H-20, son 10 km, una autentica distancia larga. Pero además hay otro aliciente. Mañana habrá salida a la caza, una experiencia completamente nueva para los portillanos. Tras media hora de trayecto desde el fin del mundo llegamos a la zona de carrera, un barrizal cobrizo que dio sentido al nombre del combarros-móvil. Tras apearnos del coche, 3 centímetros de barro estaban adheridos a nuestras zapatillas, como si de una segunda suela de tratara, lo que nos auguraba una carrera interesante. Clavos indispensables. La primera parte de la carrera fue bastante asequible. Aunque el bosque era bastante espeso y no se distinguía nada que no tuvieras a menos de 5 metros, había una gran variedad de ríos secos que servían de autopistas de una baliza a otra, así que no fue complicado entrar en el mapa. La segunda parte, tras dos pésimas elecciones de rutas, fue harina de otro costal. Para empezar, la entrada a esa zona fue horrible. Arrastrando la mala elección de la baliza anterior, lo cual me supuso la típica pérdida de tiempo que, inconscientemente, intentamos recuperar en las siguientes balizas, decidí entrar a la zona a lo bruto, enfrentándome a grandes desniveles y complicadas lecturas de mapa, cuando un camino y el cauce de un río me llevaban directamente a la baliza. ERROR. Bajé por un riachuelo, bastante segura de donde estaba, pero tras cinco minutos no sabía ni donde tenía mi sombra. Pero no era la única. A mi alrededor veía a la gente circulando con la misma cara de panoli que yo debía tener, mirando alternativamente el mapa y el bosque a su alrededor como si de aparecidos se tratasen. Tras reubicarme, continué sin problemas con mi carrera, hasta que me tocó volver a pasar por el mismo cauce, y otra vez me volví a desorientar. Ahora estoy segura de que se trataba de un particular “triángulo de las bermudas”. Cuando llegué a meta comprobé por las clasificaciones y los tiempos que no había sido la única víctima del “triángulo”.


Por la tarde los portillanos, como siempre que estamos lejos de casa, hicimos un poco de turismo por Caravaca, una bonita e histórica ciudad, donde pasamos una tarde interesante. Visitamos el santuario de la Vera Cruz, recorrimos varias veces la Gran Vía, hicimos un poco el canelo…pero eso son otras historias.


El domingo fue otro día interesante. La mitad de los portillanos teníamos lo que se llama una salida a la caza, a la caza del primero. Una experiencia nueva que añadía estrés a la competición. Si pasas al siguiente le has ganado, si te pasan a ti te han ganado. Esto lo añadimos a la dificultad del terreno y lo que tenemos es una distancia media no muy problemática pero donde los errores se pagan caro. Los resultados finales no fueron malos, y como de las experiencias se aprende, volvimos a casa satisfechos y con unos cuantos puntos para el club.


Ha sido un buen fin de semana, hemos practicado nuestro deporte favorito, hemos hecho buenas carreras algunos, otros hemos hecho carreras, pero sobre todo lo hemos pasado bien, hemos hecho grandes amigos, como nuestro compañero de cuarto Geco, el gran Toni, al cual echamos de menos, el autentico gato-vaca, o al gato que llevaba puestas las largas.

Por cierto, el Sabio Conejin tiene la teoría de que en Barranda no hay barrenderos por que hay “barranderos”. Sabio Conejin, ¿llegará el día en que hagas una buena distancia media?

1 comentario:

  1. Me quedo con esa última reflexión. El día que Conejín entienda el mecanismo de las medias, no tendrá rival en 21A.

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