En nuestro caso (Saúl y yo, única representación Andand-o) nos lo hemos tomado muuuuy de relax. Para empezar casi posponemos el viaje al sábado, el viernes por la tarde estábamos muy entretenidos en las fiestas de Arrabal y el cartel que había esa noche era de lo más apetecible para quedarse, finalmente dejamos la cacicada de lado y partimos hacia tierras conquenses.
Hizo demasiado buen tiempo todo el fin de semana, y lo mejor de todo es que la zona de competición se desarrollaba en un camping, con sus duchas, wc, bar-restaurante, terraza, piscina... una maravilla!!
Tras una ducha y zampar como cabestros, una siestilla y a visitar Cuenca. Las casas colgadas (que no colgantes, que os miran mal sino) es digno de ver, y más si lo ves desde una pasarela peatonal de unos 30m de altura y que según sople el viento se balancea más o menos. Saúl, acojonado, tenía una cosa clara: Jamás viviría en una casa de esas.
El domingo más calor, más piscina, más cerveza, más sol, vamos que según salías a correr ya estabas deseando llegar para darte un chapuzón, comentar rutas y todo esto acompañado de música (un poco tomorrowlanera), era para estar alli el dia entero!!
Por cierto, ¿y la orientación? (como el que pregunta por la familia): Bien, gracias!. Tal y como se ha presentado el finde, era lo de menos.
Recemos para que en Portugal que está cerca de la playa haga buen tiempo:
Padre nuestro que estás en el cielo...

