miércoles, 26 de mayo de 2010

El rey de León no es el Rey León

Ante la inminente llegada de los exámenes y la consiguiente falta de tiempo de los Andand-o para otra cosa que no sea estudiar, me veo obligado a monopolizar un poco las entradas del blog. No hay nada como estar en el último año de carrera, para disfrutar del tiempo libre que se me ha negado durante los cuatro años anteriores. Espero y deseo que a todos los orientadores-estudiantes les vaya bien en estas fechas tan desfavorables.
Hace unos días disfrutamos en León de la cuarta prueba de Liga Norte. En la organización, el club ALCON, la revelación de las revelaciones, y los principales artífices de que este año en el CEO, Castilla y León estuviera al borde de hacer historia con un tercer puesto por comunidades, que seguro caerá el año que viene en Guadalajara. El escenario fue el Monte San Isidro, plano en el que allá por el año 2002 algunos Andand-o comenzábamos a coleccionar trofeos en H-16.
La cartografía estaba plenamente depurada con respecto al plano antiguo. Por entonces los organizadores se entretenían la tarde anterior pintando balizas, triángulo y meta en todos y cada uno de los planos. Bendito OCAD hoy en día. Mi recuerdo de aquella carrera era de un lugar con muchísima vegetación, casi impasable en algunos tramos. Sin embargo, ocho años después estaba mucho más limpio y los verdes eran bastante más pasables. Eso o que al ser más grande me he aturullado menos con las zarzas.
Los resultados, en general, bastante alentadores. Sólo Saúl se fue a casa con sabor agridulce, ya que cometió más fallos de la cuenta en un plano en el que el físico era el factor determinante. Alberto se quedó con la miel en los labios, ya que un pequeño error le privó de una victoria en la categoría reina, quedando relegado a un quinto puesto que habría sabido a gloria en otras carreras. También Laura se quedó a nada del primer puesto, en su caso fue segunda, pero al menos le sirvió para ponerse líder del ránking: maillot-amarillo de las féminas.
Fuimos Krystyan y yo a los que más nos sonrió la suerte. Primer puesto para ambos. En su caso por superioridad abrumadora. En el mío por una alineación de los planetas que curvó el espacio-tiempo e hizo que El Campeonísimo se confiara más de la cuenta y se relajara en las últimas balizas. No le culpo, después de llevar varios años arrasando en todas las carreras con más de 10 minutos al segundo, la motivación no es la misma. Aunque bueno, quizás yo tuve algo de culpa, ya que la carrera me salió muy bien, de las mejores que recuerdo. Prometo que no volverá a suceder.

3 comentarios:

  1. Como que no volverá a suceder!! Eso no lo prometas nunca, que yo quiero volver a verlo!! Jejeje. Un saludo desde las pausas entre estudio y estudio...

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  2. Bueno bueno, se intentará, pero está claro que las probabilidades de que vuelva a ocurrir son negativas. Y como futura profe de mates, bien sabes que las probablilidades negativas no existen...

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